fbpx
Procesos Creativos

La tierra sagrada de Abel Vazquez

Por Vanessa Alejandro

Abel es un hombre curioso, como un niño imparable en la creación de ideas y mundos llenos de historias místicas. El lenguaje en sus obras es, cotidiano, “naif” y explosivamente colorido, destacando su interés por la tierra y el espíritu.

Nace en Oaxaca, donde recibe de su abuela Mayora (quien labora como sanadora y consejera) gran influencia mística y se siente orgulloso de esto al plasmarlo constantemente en sus obras.

Desde su infancia es formado como ebanista para luego egresar de la famosa escuela nacional de arte mexicano “La Esmeralda”. Fue alumno de Francisco Moyao, Octavio Bajonero, Rolando Arjona y Mario Rendón.

Abel pertenece a la generación prolífera de la plástica mexicana de los 80´s junto con, Sergio Hernández , Antonio Nava, German Venegas, Flor Minor, Roberto Turmbull, Renato González, Magali Lara, Rocio Maldonado y Melva Medina por mencionar algunos.

Ha desarrollado obra monumental con maestros importantes del arte mexicano como José Chávez Morado y elaboro varios monumentos y maquetas para él, siendo uno de ellos el escudo del Palacio Legislativo de San Lázaro en la ciudad de México.

También tiene más obra pública en la ciudad de México, como el monumento a la enfermera y retratos de escritores de su autoría para conmemorar al gremio en el parque de la bola en la plaza de los escritores de la SOGEM.

Experimenta con el dibujo, la fotografía, el bodypaint , el grabado, la escultura y la pintura, convirtiéndolo en un artista multifacético y lleno de historias por contar al espectador.

A Abel, el artista plástico, no parece importarle tanto la fama y los reconocimientos internacionales (que tiene varios) en estos 40 años de trayectoria, el sigue produciendo, inventado personajes y mundos enigmáticos en su taller y recibiendo amablemente en su casa-galería a los visitantes, fascinados por sus obras elaboradas en bronce, piedra, resinas, acrílicos, hierro, etc…

Sus obras han sido expuestas en Chicago, Los Angeles, Arizona, Miami, Nuevo Orleans, etc…pero Abel siempre mantiene los pies en la tierra de donde proviene gran parte de su inspiración, e idiosincrasia que lo dejan ver como un ilustre personaje y maestro de las artes plásticas que le agregan un valor incalculable a la cultura mexicana.