A Abel, el artista plástico, no parece importarle tanto la fama y los reconocimientos internacionales (que tiene varios) en estos 40 años de trayectoria, el sigue produciendo, inventado personajes y mundos enigmáticos en su taller y recibiendo amablemente en su casa-galería a los visitantes, fascinados por sus obras elaboradas en bronce, piedra, resinas, acrílicos, hierro, etc…
Sus obras han sido expuestas en Chicago, Los Angeles, Arizona, Miami, Nuevo Orleans, etc…pero Abel siempre mantiene los pies en la tierra de donde proviene gran parte de su inspiración, e idiosincrasia que lo dejan ver como un ilustre personaje y maestro de las artes plásticas que le agregan un valor incalculable a la cultura mexicana.