Las historias ancestrales y los libros sagrados de los mayas, son materia fértil para echar a volar la imaginación del artista.

En esta obra de grandes dimensiones podemos encontrar la interpretación de dioses y espíritus de hombres y elementos de la naturaleza. Se retrata al sacerdote, conectado con el viento y los elementos de la tierra, por otro lado, en la parte superior, se deja ver la representación del cosmos con una figura que pudiera ser la ceiba. En la parte central, la caza del venado, en donde el cazador se ve desfasado en su personalidad; por un lado, la parte salvaje que mata por matar y por otro, la parte ligada a su gratitud por el alimento en una forma pasiva y ceremonial.

Abel representa el espíritu de las cosas, el sonido del viento, el trino de las aves, usando el material pictórico con transparencias y superposiciones de color y textura en formas concretas, narrando una historia , logrando que el espectador se introduzca en ella, dejando envolverse en esa atmósfera.